EL TIPO H6C
Los primeros T-56 comenzaron a fabricarse en la factoría francesa de Bois-Colombes, y salieron al mercado a partir de 1924, siendo más conocidos por H6C ó 46 CV. Los T-56, que cubicaban 8 litros (7.982 cc) fueron los más grandes de la gama H6, y en realidad resultaron de incrementar en 10 mm el diámetro de pistones de los T-46, por lo que exceptuando los motores, tenían idénticos el resto de los órganos mecánicos y bastidores.
Uno de los primeros coches de esta serie se hizo legendario por su carrocería absolutamente especial, forrado de madera contrachapada de tulipero (árbol del este de EEUU, conocido también como álamo amarillo, se usa mucho en ebanistería y otros trabajos de carpintería). En 1924, el H6C Torpedo "Tulipwood" fue encargado por André Dubonnet que, a la edad de 26 años, era un consumado piloto de aviones y coches de carreras. Su familia tenía una fortuna gracias a los aperitivos y coñac que tienen su nombre. Dubonnet contrató a la Compañía de Aviación Nieuport una carrocería ligera apropiada para carreras y turismo. Dubonnet especificó que la carrocería no tenía que pesar más de 100 libras (45,3 Kg). Los artesanos de la Nieuport realizaron una estructura de costillas de madera cubiertas con chapa de madera remachadas entre sí. El conjunto fue sellado, pulido y barnizado.
Dubonnet consiguió situar a este coche en el séptimo puesto de la Targa Florio de 1924 en Sicilia (Italia).
En aquella época llevaba guardabarros de metal para el uso diario. El coche fue llevado a Inglaterra años más tarde y en la década de 1940, tenía guardabarros tipo motocicleta que conservó los siguientes 15 años. En 1959, el coche fue restaurado por el entonces propietario Gerald Albertini y se le instalaron los guardabarros de madera actuales. Y se llevó a cabo el recubrimiento de cobre de las ruedas y salpicadero.
Hispano-Suiza H6C Nieuport (1924)
Hispano-Suiza H6C Coupé de Ville Saoutchik (1924)
Hispano-Suiza H6C Torpedo Binder (1924)
El siguiente modelo, de chasis corto #11029, luce su tercera carrocería, tipo coupé, originalmente tuvo una carrocería tipo skiff Labourdette que fue remplazada por otra tipo coupé Park Ward en 1926. La actual es construida con el sistema Weymann, que utiliza materiales absorbentes de vibración en las uniones y está forrada con una piel sintética, fue montada por el inglés Cooper Motor Bodies procedente de un Mercedes-Benz 250 SS. El coche ha sido restaurado por Francesc Palau y se encuentra en perfectas condiciones de marcha.
Hispano-Suiza H6C Sport Coupé Freestone & Webb (1925)
Hispano-Suiza H6C Coupé Vanvooren (1927)
Hispano-Suiza H6C Drophead Coupé Thrupp&Maberly (1927)
El siguiente modelo de competición, de chasis corto, ha sido restaurado por Francisco Pueche, a partir de un chasis H6 normal ha recortado el chasis para convertirlo en un "sport corto" de los construidos por Hispano-Suiza, ha reducido la altura del radiador y atrasado su posición para mejorar sus prestaciones. Se fabricó la carrocería con el método tradicional a partir de una estructura de madera. Para acceder al interior hay que hacerlo por el lado derecho donde se ha colocado un estribo con el que ayudarse. La palanca de cambio se ha dejado fuera de la carrocería por la anchura reducida de la carrocería.
Hispano-Suiza H6C Sport Especial (1927)
Hispano-Suiza H6C Boat-tail Roadster Kellner (1928)
Hispano-Suiza H6C Convertible Sedán Hibbard&Darrin (1928)
Hispano-Suiza H6C Berlina Gurney Nutting (1928)
Hispano-Suiza H6C Coupé de Ville Gallé (1930)
Hispano-Suiza H6C Coupé de Ville Saoutchik (1931)
EL TIPO 56 BIS
En 1928 se rediseña el bloque motor del H6B y H6C adquiriendo el apelativo de Bis. La mejoras más destacables están en la modificación de las camisas para que estuvieran en contacto directo con el líquido de refrigeración (camisas húmedas) y el empleo de acero nitrurado en los cigüeñales, consiguiendo que su gran resistencia se elevara todavía más.
El modelo del siguiente dibujo es uno de los primeros ejemplares del modelo H6C Bis o también conocido como T-56 Bis, que salió de la fábrica parisina de Bois Colombes y fue estrenado por el importador de Hispano-Suiza en Estados Unidos: Clarke D. Pease. La carrocería tipo Limousina Sport es obra de Hibbard&Darrin, combina elegancia y deportividad gracias al techo de falso cabiolet y sus dos ruedas de repuesto traseras. Best of Show en el San Sebastián Circuit Spirit 2023.
Hispano-Suiza H6C Bis Limousine Sport Hibbard&Darrin (1928)
La presentación oficial de los T-56 Bis o H6C Bis se efectuó en las Exposiciones Universales de Barcelona y Sevilla de 1929, donde la Hispano-Suiza había construido sus propios pabellones. El rey Alfonso XIII visitó la exposición de Barcelona y tuvo ocasión de conocer el nuevo modelo, atendido por el presidente de la sociedad Damián Mateu.
El Hispano-Suiza T-56 Bis fue la máxima expresión de la marca en su producción española. Por su gran porte y elevado precio, fueron coches eminentemente representativos, llegando a constituir el medio de transporte de los más destacados personajes de la época; desde el presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, el general Primo de Rivera, Manuel Azaña, Francisco Maciá y toda una serie de figuras políticas y sociales. Los periodistas del motor lo calificaron en su día como el auto de serie más rápido y elástico de toda la producción mundial.
Hispano-Suiza T-56 Bis Coupé de Ville (1929)
Hispano-Suiza H6C Bis Convertible Labourdette (1932)
Hispano-Suiza T56 Bis Berlina Fiol (1933)
Hispano-Suiza T56 Bis Convertible Capella (1934)
DUBONNET XENIA
Dubonnet, apasionado deportista del automóvil, llevaba un apellido muy popular en la Francia de los años 30, gracias a la famosa marca de vermut que fundara su abuelo. Los aperitivos Dubonnet además de traer la fama para esa familia les convirtió en una de las mayores fortunas de París.
El aristócrata piloto Dubonnet no sólo había conducido en varias carreras francesas en los años 30, sino que también se había interesado en la tecnología. El conocía el estado de las carreteras francesas, y disponía de financiación cuando conoció la suspensión independiente del inventor Gustave Chedru. Trabajaron en equipo para construir un chasis ligero y resistente a principio de los años 30 con una suspensión que utilizaba cilindros hidráulicos ajustables para cualquier condición de la carretera, emplearon un potente motor H6C de 8 litros Hispano-Suiza, entonces mostraron el chasis y el motor a los fabricantes. La patente de esta suspensión fue adquirida por Fiat, GM, Alfa Romeo, Delahaye y otros fabricantes que incorporaron a sus vehículos una versión simplificada de la misma. El automóvil recibió el nombre de Xenia como homenaje póstumo a su primera esposa que falleció a los 27 años de edad.
Una carrocería perfilada en el túnel del viento y firmada por Vanvooren, de tipo berlina de 4 puertas sin pilar central ni estribos laterales y ruedas carenadas, que aunque sobria, resultaba muy estilizada y elegante por su relación entre altura y longitud total. El coche fue presentado en el Salón del Automóvil de Paris de 1932 donde recibió numerosas alabanzas, obteniendo, además un gran éxito en sus pruebas dinámicas, en las que el confort en marcha, su estabilidad direccional y su seguridad fueron excepcionales.
Hispano-Suiza H6C Berlina Dubonnet Xenia Vanvooren (1932)
En 1937 André Dubonnet decide renovar el Xenia convencido de que el coche tenía aún margen de mejora y de que ni el chasis ni la transmisión habían llegado a su límite. Esta evolución debía basarse en la sustitución de dos importantísimos elementos del vehículo original: el primero, su motor, un T68 bis de 12 cilindros y 250 CV para dotar de mayor potencia al vehículo (el motor no llegó a remplazarse ya que la Segunda Guerra Mundial obligó a parar el proyecto); el segundo, su carrocería, a la que se quería dotar de un aspecto y soluciones más vanguardistas y, sobre todo, de una mejor aerodinámica.
En 1938 Dubonnet contrató con Saoutchik la carrocería para su chasis como un automóvil de ensueño, una rejilla radial con una estructura de 12 barras envuelven el aerodinámico capó, con los faros integrados en ambos flancos de la carrocería. Las imponentes ruedas delanteras van cubiertas con unos discos. La parte central inspirada en los aviones lleva un parabrisas curvado al igual que las ventanillas laterales de las puertas, éstas se abren deslizándose hacia atrás, dejando en el techo un fino pilar central. La parte de atrás lleva cubiertas totalmente las ruedas y acaba en forma puntiaguda, donde una pequeña puerta oculta el maletero equipado con maletas a medida. En el interior se encuentran dos asientos delanteros tipo bucket, un pequeño asiento trasero, y en el frontal destaca el velocímetro decorado Art Decó que llega hasta 200 Km/h situado en el centro entre dos indicadores de menor tamaño.
Hispano-Suiza H6C Coupé Dubonnet Xenia Saoutchik (1938)
En 1960, se encuentra el Xenia en un taller de Alfortville y lo adquiere el coleccionista y posterior presidente del club Hispano Suiza de Francia, Monsieur Alain Ballerset, quien lo restauró con esmero hasta su presentación en el año 1987 en el Salón Retromobile de París, casi 50 años después de su creación. En el año 2000 ganó el premio al automóvil cerrado más elegante en el concurso de Pebble Beach.
En 2003, Peter Mullin, adquiere el Dubonnet que actualmente se puede admirar en el Mullin Automotive Museum en Oxnard, California.
Fotografia de Unai Ona
Hispano-Suiza H6C Coupé Dubonnet Xenia Saoutchik (1938)
ENLACES: