EL TIPO J12

 

En 1931 Hispano-Suiza presentó su J12 ó T-68 en el Salón de París, con motor de aleación ligera, 12 cilindros en V de 9.424 cc., sobrepasaba los 170 Km/h. Fue alabada su sensación de agilidad al combinar la potencia y elasticidad con una directa y suave dirección, que parece asistida, unos enérgicos frenos y una suspensión cómoda ayudada por eficaces amortiguadores cuya presión se regulaba desde el puesto de conducción.

Se fabricaron 3 series distintas: chasis normal, chasis largo y chasis corto. Este modelo estaba dirigido a un público con alto poder adquisitivo, ya que su precio era de 200.000 francos franceses, sin carrocería; baste señalar que ese precio prácticamente doblaba el de otros coches de lujo de la época, como por ejemplo el Rolls-Royce Phantom II.

La sensación de agilidad se incrementaba por las esbeltas y estilizadas formas que marcaron la época de oro de las carrocerías francesas. Firmas como Franay, Kellner, Saoutchik, Fernández y Darrin, Binder, Chapron, Letourneur y Marchand o Vanvooren alcanzaron con los T-68 cotas de belleza estética insuperables en la historia del automóvil.

Marc Birkigt era el propietario del automóvil de la siguiente imagen, con carrrocería pillarless carrozado por Vanvooren, tiene cuatro puertas con apertura opuesta que dan la apariencia de un coupé de sólo dos puertas. Pertenece a la primera serie de la que se fabricaron 44 unidades.

Hispano-Suiza T-68 Berlina Vanvooren (1933)

Hispano-Suiza T-68 Berlina Vanvooren (1933)

Hispano-Suiza T-68 Berlina Vanvooren (1933)

Hispano-Suiza T-68 Cabriolet Vanvooren (1933)

Hispano-Suiza T-68 Cabriolet Vanvooren (1933)

Hispano-Suiza T-68 Falso Cabriolet Vanvooren (1933)

Hispano-Suiza T-68 Falso Cabriolet Vanvooren (1933)

Hispano-Suiza T-68 Coupé Vanvooren (1933)

Hispano-Suiza T-68 Coupé Vanvooren (1933)

El siguiente automóvil perteneció a Paul Picasso, hijo del pintor español, que se lo compró en Alemania al constructor de aviones Potez. Tiene el número de chasis #14017 y ha sido restaurado en Estados Unidos por Jacques Harguindeguy.

Hispano-Suiza T-68 Cabriolet Vanvooren (1933)

Hispano-Suiza T-68 Cabriolet Vanvooren (1933)

Hispano-Suiza T-68 Cabriolet Vanvooren (1933)

Hispano-Suiza T-68 Cabriolet Vanvooren (1933)

Hispano-Suiza T-68 Cabriolet Vanvooren (1933)

El primer registro que se conoce de este chasis es en los Laboratories de Tirage Cinematographique de Saint-Cloud, al oeste de París. En un principio fue carrozado por Fernández & Darrin como limousine equipando a posteriori la elegante carrocería cabriolet de Vanvooren con diseño de patente Weymann. Una fotografía del libro que escribió el periodista Johnny Green sobre Hispano Suiza sitúa este coche con su aspecto actual en Los Ángeles a principios de los años 50. Uno de sus primeros propietarios fue el pionero del coleccionismo de autos clásicos Richard Paine, de Mount-Dessert, Maine. Ya en los años 80 pasó a ser propiedad de otro prestigioso coleccionista, en este caso John Mozart de Palo Alto, California, que llevó a cabo la restauración en su propio taller cambiando su anterior color burdeos, la reconstrucción de su motor se realizó en el taller de Phil Reilly. Desde 1992 pertenece al Mullin Automotive Museum en Oxnard, California (EEUU).

Hispano-Suiza T-68 Cabriolet Vanvooren (1933)

Fotografia de Unai Ona

Hispano-Suiza T-68 Cabriolet Vanvooren (1933)

Hispano-Suiza T-68 Cabriolet Vanvooren (1933)

El siguiente modelo #14035 perteneció a André Dubonnet, nieto y heredero de Joseph Dubonnet, fundador de la famosa marca de aperitivos, y habría recorrido el trayecto París-Niza para establecer un récord, lo que explicaría la presencia del voluminoso avisador montado en la parte delantera para prevenir a los peatones del paso del vehículo. Vendido por 1.127.040 € en Rétromoville París por Artcurial en 2014.

Hispano-Suiza T-68 Berlina Vanvooren (1934)

Hispano-Suiza T-68 Berlina Vanvooren (1934)

La baronesa Rothschild, miembro de la célebre familia financiera británica, encargó desde Londres a Fernández&Darrin un town car con unas dimensiones menos exageradas que las de sus amistades, el resultado fue un sedanca coupé de dos puertas con carrocería de acero y aluminio muy alabado en la época. Adquirido por el famoso coleccionista Robert M. Lee en 1982. Desde el fallecimiento de su esposo, Bob Lee, en 2016, Anne ha mantenido la colección de automóviles Robert M. Lee de más de 200 automóviles excepcionales en Reno - Nevada (EEUU).

Hispano-Suiza T-68 Coupé Fernández&Darrin (1934)

Hispano-Suiza T-68 Coupé Fernández&Darrin (1934)

El siguiente ejemplar fue fabricado en 1934 y equipa una carrocería sobria, sencilla y muy elegante obra de la prestigiosa empresa francesa Fernández & Darrin de París. Denominada 'Three Positions Cabriolet' (Cabriolet de tres posiciones) permite llevar el coche completamente descapotable, cerrado o en término medio sólo replegando la parte delantera de la capota de lona. Con número de chasis #14036, se trata de uno de los dos J12 carrozados por Fernández & Darrin para Gustav Rothschild. Entre sus accesorios figuran luces delanteras Marchal y luces traseras ovales Scintilla. En 1954 el coche fue vendido por el señor Herbert Moller de Florida al coleccionista Jarvis Vernon. En 1986 fue adquirido por su actual propietario, Morton y Bullock. En 2014 estuvo expuesto en el Concurso de Elegancia de Peeble Beach.

Hispano-Suiza T-68 Cabriolet Fernández&Darrin(1934)

Hispano-Suiza T-68 Cabriolet Fernández&Darrin (1934)

Este automóvil con nº de chasis #14042, tuvo inicialmente una carrocería Vanvooren que se remplazó en 1937 por la actual. Expuesto en el concurso de Pebble Beach en 1978. Fue parte de la colección de Harrah desde 1971 hasta que la adquirió el Museo Nacional del Automóvil en Reno, Nevada (EEUU) en 1989.

Hispano-Suiza T-68 Limousine Letourneur et Marchand (1934)

Hispano-Suiza T-68 Limousine Letourneur et Marchand (1934)

Hispano-Suiza T-68 Coupé de Ville Labourdette (1934)

Hispano-Suiza T-68 Coupé de Ville Labourdette (1934)

Hispano-Suiza T-68 Berlina Kellner (1934)

Hispano-Suiza T-68 Berlina Kellner (1934)

Entre 1934 y 1935 el gobierno de la II Repuública Española encargó un Hispano-Suiza J12 como vehículo de representación para el Presidente de la misma, el chasis había sido construido en 1934 y la carrocería elegida fue un convertible de cuatro puertas carrozado por Vanvooren. Al estallar la Guerra Civil en España en Julio de 1936, el coche acabado permaneció en Francia en la sede de Hispano-Suiza hasta que en 1938 le fue entregado al nuevo gobierno, pasando al servicio del entonces Jefe del Estado el General Franco. La entrega se pospuso al decidir los responsables de la seguridad de Franco que el coche debía ser blindado, por lo que fue enviado a Marsella, a las instalaciones de la firma Fichet donde se blindó y reforzó la suspensión para soportar las 2 Tn que se añadieron además de las 2,5 Tn que pesaba el vehículo anteriormente. El automóvil fue utilizado en varios desfiles militares y no era apto para viajes largos debido a su excesivo peso. Actualmente se encuentra necesitado de restauración en Texas donde reside su propietario, un coleccionista privado.

Hispano-Suiza T-68 Cabriolet Vanvooren (1934)

Hispano-Suiza T-68 Cabriolet Vanvooren (1934)

Hispano-Suiza T-68 Limousine Vanvooren (1935)

Hispano-Suiza T-68 Limousine Vanvooren (1935)

Hispano-Suiza T-68 Berlina Pillarless Kellner (1935)

Hispano-Suiza T-68 Berlina Pillarless Kellner (1935)

Hispano-Suiza T-68 Cabriolet de Villars (1935)

Hispano-Suiza T-68 Cabriolet de Villars (1935)

Hispano-Suiza T-68 Coupé de Ville Rippon (1935)

Hispano-Suiza T-68 Coupé de Ville Rippon (1935)

El automóvil de las siguientes imágenes chasis #14018 se mostró en el Salón del Automóvil de París de 1936 y se entregó el 30 de diciembre de ese año a su primer propietario, un capitán británico apellidado Johnson que lo había encargado a tarvés del agente del Reino Unido J. Smith & Company Ltd. El escritor británico David Scott-Moncrieff lo adquirió en la década de los 50. En 1972 el coche pasa a ser propiedad del concesionario británico Charles Howard y fue entonces cuando se contrató a un antiguo mecánico de Hispano Suiza para reconstruir por completo el motor, al tiempo que se encargaba a Carrosserie Lecoq la restauración de la chapa y pintura y a Lalemend la rehabilitación del interior. Fueron dos años de trabajo y el resultado es el que vemos en la película del agente 007 James Bond: Moonraker (1979) protagonizada por el actor Roger Moore. En 1985 fue adquirido por el coleccionista Knox Kershaw, que se lo llevó a Alabama (Estados Unidos),quien mandó que de nuevo restauraran el motor y la caja de cambios, además de la dirección y los frenos. Y de esta forma lo disfrutó por todo el mundo, incluido en el Rally Hispano-Suiza celebrado en España en 1989. En 1988 es exhibido en el Concurso de Elegancia Pebble Beach y volvió presentarse en 2012, de hecho, aparece en el cartel de aquel año. En 2023 es vendido en Pebble Beach por más de 2.000.000 $.

Hispano-Suiza T-68 Cabriolet Saoutchik (1936)

Hispano-Suiza T-68 Cabriolet Saoutchik (1936)

Hispano-Suiza T-68 Cabriolet Saoutchik (1936)

Hispano-Suiza T-68 Berlina Fernández&Darrin(1936)

Hispano-Suiza T-68 Berlina Fernández&Darrin (1936)

 

El siguiente J12, chasis #13510, fue construido para el joven Maharajá Yeshwant Rao Holkar II de Indore, que reunió una de las colecciones de automóviles más extraordinaria de la época, con unidades de las marcas más prestigiosas. Este número de chasis y el motor eran los últimos disponibles para el J12. La carrocería del londinense Gurney Nutting corresponde a uno de los dos automóviles con carrocería idéntica para el maharajá de Indore, siendo el otro un Rolls-Royce Phantom III. Los asientos traseros estaban tapizados en tela roja, con espléndidas molduras de madera Art Decó. En la parte frontal, en el techo, justo encima del parabrisas, hay un par de luces rojas y azules, que se utilizaban para indicar si el Maharajá estaba o no dentro.

Este coche fue comprado en 2010 a Blackhawk Collection in Danville (California) por su actual propietario, un reconocido coleccionista de Bugatti de Praga. El automóvil estaba en proceso de restauración, ya que se descubrió en India en un estado avanzado de deterioro y necesitaba una restauración completa. Fue enviado a Praga, donde se llevó a cabo una minuciosa restauración, con la ayuda del técnico responsable de la colección del propietario, sin límite de tiempo ni restricción económica. Ciertas piezas que faltaban se obtuvieron y restauraron, gracias a Eric Limpalaer especialista francés en Hispano Suiza.

Hispano-Suiza T-68 Limousine Gurney Nutting(1937)

Hispano-Suiza T-68 Limousine Gurney Nutting (1937)

A pesar de su elevado precio y la fuerte crisis económica, que se extendió en los países avanzados tras el hundimiento de la bolsa neoyorquina a finales de 1929, unos 120 ejemplares fueron entregados hasta que cesó su producción en 1938. Cifra considerable para un especialísimo producto artesano, y todo un éxito frente a las siete unidades vendidas del célebre Bugatti T-41 Royale.

EL TIPO 68 BIS

Paralelamente al lanzamiento del J12, en Francia, el ministro de Transportes Raoul Daoutry, lanzó un proyecto de renovación de los ferrocarriles franceses, que incluía la creación de unos autorraíles rápidos, para los que se convocó un concurso para su construcción. La Hispano-Suiza decidió entrar en el concurso y Birkigt, tras hacer unas pruebas iniciales con el motor del H6C (6 cilindros en línea, 8 litros), acabó por diseñar un motor basado en el del J12, aumentando la cilindrada hasta los 11.310 cc a base de subir la carrera hasta los 120 mm. La potencia máxima de este motor era de 250 CV a 3.000 rpm, con el añadido de mantener un par motor elevadísimo y constante a partir de las 1.000 rpm, facilitando los 220-240 CV a un régimen constante de 2.000 rpm. La Hispano-Suiza consiguió el contrato y en 1934 entraban en funcionamiento estos trenes, con 3 vagones y una unidad tractora dotada de dos motores T68 bis, tal fue la denominación que se dio a los nuevos motores. Se construyeron 79 trenes Hispano-Suiza.

Y ya con el nuevo motor potenciado funcionando, se dotó de dicho motor, T68 bis, a algunas unidades del J12, no más de una decena. En total se construyeron unos 120 ejemplares del J12, entre ambas motorizaciones. La cosa se complica posteriormente, cuando algunos propietarios de J12 cambian el motor de su coche por el nuevo T68 bis, por lo que resulta complicado conocer el número de ejemplares totales dotados con dicho motor, aunque la lógica hace pensar que no serían muchos más de una veintena.

Hispano-Suiza T-68 bis Cabriolet Saoutchik (1934)

Hispano-Suiza T-68 bis Cabriolet Saoutchik (1934)

Hispano-Suiza T-68 bis Cabriolet Saoutchik (1934)

Hispano-Suiza T-68 bis Cabriolet Saoutchik (1934)

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