EL TIPO ALFONSO XIII

El Hispano-Suiza Alfonso XIII es considerado por muchos historiadores del automóvil el primer deportivo de la Historia de gran tirada: un coche ligero, ágil y de buenas prestaciones que podía ser utilizado tanto para hacer una excursión tranquila como para participar en una carrera amateur.
Fue además, el modelo que impulsó definitivamente a la marca española hacia un mercado internacional aún sin explorar.

EI 45 HP y su versión 45 Cr (carreras), también conocido como 15/45 HP o Alfonso XIII hizo su presentacion oficial en el Salón de París en diciembre de 1910.

Hispano-Suiza 45 HP Alfonso XIII prototipo Hijos de Labourdette (1910)

Hispano-Suiza 45 HP Alfonso XIII prototipo Hijos de Labourdette (1910)

El coche estaba derivado de su hermano pequeño el 35 Cr, que había participado en la Copa Cataluña, pero su motor había aumentado a unas cotas de 80x170 mm, si bien estos valores variaron hasta 80x180 mm en 1911 y a 90x180 en 1914.

La comercialización del modelo comenzó en 1910, siendo el del Rey Alfonso XIII el primero de los "de calle" entregado Fue a raíz de la magnífica impresión que el nuevo modelo causó al monarca, que permitió a la empresa utilizar su nombre para designar comercialmente al auto, gracias a la iniciativa de Francisco Aritio (accionista y miembro del Consejo de Administración de La Hispano-Suiza). El Rey Alfonso XIII tuvo al menos tres diferentes automóviles Alfonso XIII a medida que éste fue evolucionando.
A lo largo de los cuatro años que duró su producción, se fueron introduciendo pequeñas mejoras que afectaron al propio motor, al cambio, que pasó de tres velocidades y marcha atrás a ser de cuatro y retroceso. Los chasis, en sus tres tipos -corto, ligero y largo- eran de tipo acorazado, empleado desde hacía algunos años por la Hispano-Suiza y que consistía en que la parte inferior de los largueros cerraban el conjunto chasis-motor protegiendo los diferentes elementos mecánicos del barro y el polvo sin la necesidad de la instalación de chapas de protección adicionales. La suspensión trasera era con ballestas semi-elípticas salvo en el chasis largo, que además montaba unas ballestas superiores cuarto-elípticas.
Los frenos en todos los casos eran de tambor a las ruedas traseras actuados desde una palanca de mano y en la transmisión desde un pedal. Uno de los mayores aciertos en el diseño del chasis fue la disposición del conjunto motor-cambio muy retrasado para conseguir un reparto de pesos muy equilibrado

La alimentación funcionaba mediante una pequeña bomba situada en el motor, que introducía aire a presión en el depósito de combustible, situado en la parte trasera del chasis, alimentando el único carburador de construcción Hispano-Suiza. También se disponía de una bomba manual para iniciar la marcha y para casos de emergencia.

El Alfonso XIII fue un éxito de ventas inmediato a nivel internacional destacando la magnífica acogida que le brindó la prensa inglesa y que lo convirtió en uno de los coches favoritos de los "gentleman drivers" británicos. También en lugares tan dispares como Australia o Cuba acogieron con entusiasmo el ágil deportivo español, mientras un buen número de deportistas españoles, con el rey Alfonso XIII al frente, lo convertían en el coche a batir por toda España.

En 1910 el pintor y escultor francés Amédée Ozenfant diseña la carrocería de un Hispano Suiza gran Sport del que había comprado el chasis; con el objetivo de ofrecer la mínima resistencia al aire diseñó el capó ligeramente cónico y reduciendo la altura del deportivo. Toda la carrocería es de aluminio, de una sola pieza y sin portezuelas; para subir hay que pasar por encima de los laterales.
El coche fue expuesto en el Salón del Automóvil de San Sebastián en 1911, la novedad de su diseño causó tal impacto que el Rey Alfonso XIII encargó uno igual.

El automóvil de las siguientes imágenes con carrocería de carreras tiene el chasis 723 y fue adquirido nuevo en Francia por el barón de Francois de Barthon, descubierto en 1962 por Yves Dalmier, supervisor del aeropuerto de Toulouse, en casa del barón de Barthon, hijo del primer propietario. Pasó por varios dueños. Participó en el centenario de la subida al puerto de Guadarrama en septiembre de 2012. Ha estado expuesto en Retromóvil Madrid 2017. Y ha participado en el rally del centenario FEVA en Burgo de Osma (Soria) en Junio 2022.

Hispano-Suiza 45Cr Alfonso XIII (1911)

Hispano-Suiza 45Cr Alfonso XIII (1911)

Hispano-Suiza 45 Cr Alfonso XIII (1911)

Hispano-Suiza 45 Cr Alfonso XIII (1911)

Hispano-Suiza 45 Cr Alfonso XIII (1911)

El sigiente modelo fue adquirido por el sportsman francés Albert Roulinat y participó en varias competiciones hasta que la quiebra de su negocio le obligó a venderlo en 1914. Poco se sabe sobre la historia posterior de este coche hasta que sus restos fueron adquiridos en 1960 por Francisco de la Rocha, ex-comerciante de la Hispano-Suiza en la provincia de Galicia (España). Después de su muerte, la familia de la Rocha vendió su colección de casi el 40 Hispano-Suizas, y este chasis que había perdido la mayor parte de su carrocería fue adquirido como parte de una gran colección de chasis y piezas de repuesto de la marca por el historiador Emilio Polo, que más tarde vendió este coche a Patricio Chadwick.

En 2001 el célebre coleccionista Jorge Fernández compró el coche y encargó su restauración en el taller de Barcelona Chadwick. Tras su restauración completa Peter Mullin adquirió este Alfonso XIII en 2004. Actualmente se puede visitar en el Mullin Automotive Museum en Oxnard, California (EEUU).

Hispano-Suiza 45 Cr Alfonso XIII (1911)

Fotografia de Unai Ona

Hispano-Suiza 45 Cr Alfonso XIII (1911)

Fotografia de Unai Ona

Hispano-Suiza 45 Cr Alfonso XIII (1911)

Hispano-Suiza 45 Cr Alfonso XIII (1911)

Existieron al menos cuatro chasis alargados del Hispano-Suiza Alfonso XIII conocidos como 15T Colonial. Uno de estos chasis, el #718, fue enviado al carrocero francés Alin & Liautard para ser equipado con una carrocería berlina con doble habitáculo. Todo un refinamiento artesanal con el diseño propio de las diligencias. Esta unidad acabó en las bodegas del marqués de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), donde lo descubrieron Emilio Polo y Patricio Chadwick a mediados de la década de los ochenta. Sin embargo, no permanecía en su estado original. La carrocería double berlina se había retirado y guardado para remplazarla por una con habitáculo abierto. En esta situación, finalmente se rescató y restauró para devolverlo a su aspecto original.

Hispano-Suiza 45 HP Alfonso XIII Doble Berlina Alin&Liautard (1911)

Hispano-Suiza 45 HP Alfonso XIII Doble Berlina Alin&Liautard (1911)

El modelo dibujado a continuación es una versión aligerada mediante el uso de carrocería con elementos de madera.

Hispano-Suiza 45 HP Alfonso XIII (1912)

Hispano-Suiza 45 HP Alfonso XIII (1912)

Hispano-Suiza 45 HP Alfonso XIII (1912)

Hispano-Suiza 45 HP Alfonso XIII (1912)

Hispano-Suiza 45 HP Alfonso XIII (1912)

Hispano-Suiza 45 HP Alfonso XIII (1912)

Hispano-Suiza 45 HP Alfonso XIII (1912)

Hispano-Suiza 45 HP Alfonso XIII (1912)

A partir de 1912 aparece una opción de chasis largo, equipada con embrague de cono de cuero y caja de cambios de 4 velocidades, en vez de las 3 velocidades de la versión normal. También a partir de 1912 se ofrece opiconalmente el equipo eléctrico completo, como en todos los modelos de Hispano-Suiza.

Hispano-Suiza 45 HP Alfonso XIII (1912)

Hispano-Suiza 45 HP Alfonso XIII (1912)

Se cree que el siguiente automóvil fue propiedad de Charles Nigg y Alphonse Carfogni, pioneros de la aviación y pilotos de prueba de Avions Voisin. Una de sus características más inusuales es el radiador en ángulo, que se vio por primera vez en los vehículos Hispano-Suiza que participaron en el Gran Premio de Francia de 1912. Actualmente el automóvil pertenece a un coleccionista estadounidense. Fue meticulosamente restaurado y presentado en el concurso de elegancia de Pebble Beach, California en 2011.

Hispano-Suiza 45 HP Alfonso XIII Jaquot (1912)

Hispano-Suiza 45 HP Alfonso XIII Jaquot (1912)

Hispano-Suiza 45 HP Alfonso XIII Jaquot (1912)

El siguiente modelo se encuetra en el Museo de Mulhouse - Colección Schlumpf (Francia), que fue una antigua fábrica de hilo cuyos propietarios, los hermanos Schlumpf, fueron reuniendo un gran número de coches, especialmente franceses y de la marca Bugatti.

Hispano-Suiza 45 HP Alfonso XIII Sport (1912)

Hispano-Suiza 45 HP Alfonso XIII Sport (1912)

Hispano-Suiza 45 HP Alfonso XIII Sport (1912)

Hispano-Suiza 45 HP Alfonso XIII (1913)

Hispano-Suiza 45 HP Alfonso XIII (1913)

El siguiente automóvil, con chasis largo #2192, fue fabricado en 1913 y comprado por William Pitt (Coronel del ejército) cuando estudiaba en Cambridge (Gran Bretaña) quien lo conservó hasta su fallecimiento en 1978. Modificó el coche con un eje delantero Sunbeam para poder tener frenos en las ruedas delanteras. También cambió el carburador a un SU más nuevo, y de mejor funcionamiento que el original. Posteriormente fue pintado en color azul y después de 2010 se construyó y montó una carrocería tipo Skiff de color verde, aunque se conserva la carrocería original.

Hispano-Suiza 45 HP Alfonso XIII (1913)

Hispano-Suiza 45 HP Alfonso XIII (1913)

Como clientes singulares, además del rey Alfonso XIII, también figura Robert Bosch, creador de la conocida marca de sistemas eléctricos y más tarde también de la inyección para automoción. La producción del tipo Alfonso XIII superó las 500 unidades desde 1910 a 1914, siendo 1912 y 1913 los años de mayor producción.

Extraido del nº 37 de Coches Clásicos.
Más información en "La Hispano-Suiza, empresa pionera – El deportivo Alfonso XIII" - Manuel Lage.

 

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